sábado, 5 de marzo de 2011

LOS TELOMEROS- LA TELOMERASA

Los cromosomas de las células eucariotas (incluidos los nuestros) son de tipo lineal. Debido a la naturaleza del enzima que se encarga de replicarlos esta información sólo se puede copiar en una dirección, de manera que en el DNA que es de doble cadena, una de las cadenas tiene que sintetizarse de forma discontinua en lo que se conoce como fragmentos de Okazaki. Para que el enzima pueda elongar la cadena de DNA y así realizar una copia tiene que haber un cebador, el problema es que el cebador es de RNA y debe ser eliminado y sustituido por DNA. Si nos desplazamos al extremo del cromosoma en una de las cadenas el cebador de RNA podrá ser eliminado, pero no habrá ningún cebador para añadir el hueco que queda con DNA de manera que replicación tras replicación el cromosoma se va acortando. Si la región que se acorta codificara genes estaríamos perdiendo información genética que afectaría al funcionamiento del organismo, pero este fenómeno no ocurre, al menos de forma inmediata gracias a los telómeros.
Los telómeros son superestructuras que se encuentran en los extremos de los cromosomas lineales que están compuestos por una repetición de secuencia no codificante (no traduce para ningún tipo de proteína) y proteínas estructurales asociadas. Aunque después de cada replicación no se copie uno de los fragmentos extremos del cromosoma no pasa nada ya que estas secuencias repetitivas no codifican para ninguna proteína y no tienen ningún efecto sobre el organismo. No obstante estas secuencias tienen una longitud limitada y si se quiere prolongar los ciclos de replicación hay que alargar esas secuencias repetitivas para garantizar que los genes, la parte codificante, no va a quedar dañada, aquí es donde entra en juego la telomerasa que es el enzima que permite  reparar los telómeros para garantizar así que prosiga la replicación del DNA.

Los telómeros y la telomerasa son realmente importantes porque son una especie de reloj del envejecimiento celular que va a marcar el momento de senescencia de la célula (cuando los telómeros sean cortos) o pueden explicar el origen de algunos tumores (ya que un exceso de telomerasa puede permitir que las células se dividan de forma imparable). 

Todo lo que he comentado anteriormente es una descripción bastante superficial de lo que son los telómeros y en qué consisten (hay mucha información en la red y en libros especializados), pero esta bien estar al día en estas cosas en un mundo en que cualquier famosillo recibe más atención que estas noticias, que estos verdaderos ídolos.

!QUÉ CEREBRO MAS COMPLEJO!

Neurotransmisores

 Cuando me detengo a pensar en la complejidad que debe existir en nuestro cerebro para poder realizar las acciones que realizamos día a día, para poder hacer lo que estoy haciendo yo ahora, razonar, y transmitir mis pensamientos por escrito a través de movimiento mediante órdenes efectuadas a neuronas motoras que activan los músculos de mis dedos para dirigirlos a las teclas correctas de mi ordenador, pero al mismo tiempo mis ojos leen lo que escribo y procesan las ondas que emite la pantalla y la transforman en información capaz de entender...

Pensemos por un momento en la estructura histológica y citológica de nuestro cerebro. Básicamente distinguimos dos grupos de células, las neuronas, encargadas de generar y transmitir el impulso nervioso a otras neuronas u órganos y las células de la glía, encargadas de mantener las complejas redes neuronales. Por ejemplo en la neuroglía encontramos los oligodendrocitos, que forman la vaina de mielina, o por ejemplo los astrocitos encargados de formar la barrera hematoencefálica.
Este pequeño conjunto de células relacionadas entre sí pueden dirigir nuestro comportamiento, nuestros sentimientos...nuestro propio ser.

La ciencia desconoce mucho acerca del funcionamiento de este tejido tan completo, muchos de los estudios se centran en estudiar la unidad funcional básica de todo sistema nervioso, la neurona, para posteriormente entender el conjunto.

Uno de los aspectos conocidos del funcionamiento de las neuronas es la forma de transmitir la información de una neurona a otra neurona, los llamados neurotransmisores.

Estos neurotransmisores participan en las llamadas sinápsis químicas, y tal y como indica en el proceso en que participan son sustancias químicas de diferente tipo de naturaleza que resumiendo emergen de la membrana del axón de una neurona y penetran en la membrana de las dendrita de la neurona siguiente en donde se sitúan los receptores de los neurotransmisores.

Encontramos neurotransmisores de naturalezas distintas, pero se clasifican básicamente en dos grandes grupos, los neuropéptidos, que cómo no podría ser de otra manera,son proteínas de 3 a 336 aminoácidos. Y los neurotransmisores de molécula pequeña, que son aminoácidos individuales como glutamato, GABA...Dentro de este grupo también encontramos las aminas biógenas, como la dopamina, noradrenalina, serotonina...

Muchos de estos neurotransmisores derivan de metabolitos procedentes del metabolismo de la glucosa, de ahí la importancia de los hidratos de carbono en nuestra dieta, y esto explica también que la base metabólica del tejido neuronal sea mayoritariamente la glucosa, ya que se necesitan precursores para la formación de neurotransmisores y permitir así el correcto funcionamiento del cerebro (¿Quién dijo que estudiando no se queman calorías?) Por supuesto cada neurotransmisor tiene su propio receptor y un grupo de funciones determinadas, pero no creo que este sea el momento ni el lugar de entrar en detalles, aunque no descarto una posible entrada del funcionamiento de algún neurotransmisor para que veáis la complejidad en el funcionamiento. 

Purves, D. 2006. Neurociencia. 3a ed. Médica Panamericana, Buenos Aires etc. 856, [45] pp.

EL CICLO CELULAR

lunes, 22 de noviembre de 2010

YAMILA DEL 4º BCV NOS DICE

Un año luz es la distancia que recorre la luz en un año. Equivale aproximadamente a 9,46 × 1012 km = 9.460.000.000.000 km, o sea, algo menos de 10 billones de kilómetros[1] (no confundir con millardos).
Más específicamente, un año luz es la distancia que recorrería un fotón en un año Juliano (365,25 días de 86.400 s) a la velocidad de la luz en el vacío (299.792,458 km/s), a una distancia infinita de cualquier campo gravitacional o campo magnético.
Un año luz es una unidad de longitud, (es una medida de la longitud del espaciotiempo absoluto einsteniano). En campos especializados y científicos se prefiere el pársec (unos 3,26 años luz) y sus múltiplos para las distancias astronómicas, mientras que el año luz sigue siendo habitual en ciencia popular y divulgación. También hay unidades de longitud basadas en otros períodos, como el segundo luz y el minuto luz, utilizadas especialmente para describir distancias dentro del Sistema Solar, pero también se suelen restringir a trabajos de divulgación, ya que en contextos especializados se prefiere la unidad astronómica (unos 8,32 minutos luz).