jueves, 11 de noviembre de 2010

INFORMACIÓN DEL OSO PARDO, EL AMADO ANIMAL DE SANDRA CANÓS


Oso ardo
A lo largo de los últimos siglos, el Oso Pardo ha sufrido en Europa una notable reducción en su número de ejemplares.En la primera mitad del presente siglo desaparecen los OSOS de la mitad oriental de Asturias, lo cual, junto a la realización en lugares ocupados por este animal de nuevas rutas de comunicación, da lugar a una división de las zonas oseras de la región.
El número de ejemplares ha disminuido de forma alarmante y el peligro de extinción del Oso Pardo es muy grande. Si esto ocurre podemos perder parte de nuestra historia, ya que de su relación con el hombre, la figura del Oso se ha enraizado profundamente en nuestra cultura.
Ficha del Oso Pardo (Ursus arctos)
1. Tamaño, Peso:
Hasta 200, e incluso 300 kg.
Los oseznos al nacer pesan 400 gr.
Altura:
Erguido en dos patas hasta 2 m,
a cuatro patas hasta 1 m.
Los machos son mayores que las hembras
 4. Longevidad:Hasta 20-25 años en libertad, hasta 40 en cautividad.7. Estrategia invernal:Hivernante, pero baja poco su temperatura y ritmos corporales, con lo que puede despertarse varias veces por el invierno.
En nuestras montañas pueden aparecer ejemplares activos en inviernos benignos.
2. Color:

Variable, desde tonos claros amarillentos, pasando por castaño hasta casi negro.
5. Hábitat:Mezcla de bosque con roquedos, matorrales y pastizales,en España sólo hay en las montañas Cantábricas y en los Pirineos.8. Alimentación:Omnívoro, principalmente vegetariano.
 3. Locomoción:
Plantígrados, se pueden ergir en dos patas. Su velocidad máxima es de 50 km/h.
6. Superficie del hábitat:Oscila entre decenas y miles de km2 según los individuos, los machos requieren espacios mayores que las hembras.9. Situación legal:Especie considerada "en peligro de extinción".

Es difícil saber que hace un oso, porque el oso pardo es un animal difícil de ver, sigiloso y discreto, que hace su vida en la profundidad de lo bosques y al que solamente algunos afortunados tienen la ocasión de ver en libertad. A pesar de este comportamiento esquivo, sabemos bastantes cosas interesantes acerca de él. No sólo lo que hacen, sino las características que condicionan este comportamiento.

De todo esto trata la Etología, la ciencia que estudia el comportamiento de los animales. Nadie duda de que los osos son animales inteligentes y curiosos y que tienen buena memoria. Esto les permite, por ejemplo, cuando encuentran una carroña, esconderla y luego volver por la noche para comerla, e incluso regresar durante varios días, porque el oso pardo no es un animal derrochador y, si consigue una cantidad importante de alimento, la aprovecha hasta que se acaba. De adulto visita las zonas que tienen los mejores arándanos, zonas que conoció en su infancia al visitarlas con su madre.
El que no sea fácil ver a los osos porque se esconden, no quiere decir que sean temerosos, sino todo lo contrario, son animales valerosos e inteligentes que calculan los riesgos.
De todas formas, quiénes los conocen bien afirman que nunca se puede estar seguro de qué va a hacer un oso. "Si sabes qué va a hacer un oso, sabes más que él" cuentan que solía decir un viejo Guardabosques.
Oso paseando El oso pardo tiene fama de tener un olfato extraordinario, mucho mejor que el de los perros de caza, como lo evidencia el gran desarrollo de sus fosas nasales. Aunque probablemente sea una exageración, se cuenta el caso de un oso pardo norteamericano, el llamado "Grizzli" que olió una carroña a 30 km. de distancia. Se suele criticar su mala vista y se dice que son miopes. Aunque los científicos señalan que esto es muy relativo. Efectivamente, parece no ver muy bien de lejos, compensando su falta de vista con el olfato y el oído. Pero de cerca es seguro que ve muy bien. ¿Cómo sino, se puede explicar su pericia en la captura de salmones "al vuelo" que vemos en los documentales norteamericanos?.
Otra característica curiosa acerca de su comportamiento, es que su oído es muy bueno y cuando oye algo extraño, sobre todo si es algo que todavía no había percibido con su fino olfato, puede ponerse nervioso y levantarse a dos patas para inspeccionar. Si descubre la presencia de un humano o cualquier otro peligro, se escabullirá.
Solamente una hembra con crías puede mostrarse agresiva. En Norteamérica, de donde proceden la mayor parte de los documentales de televisión, los osos viven en regiones poco habitadas y no han compartido durante miles de años su hábitat con los seres humanos, como ocurre aquí. Es por eso que, en ocasiones, aquellos osos pueden llegar a mostrarse agresivos con las personas. A los visitantes de los parques nacionales se les aconseja meter ruidopara evitar encuentros fortuitos y peligrosos, además de no acercarse demasiado a los osos si estos llegaran a ocurrir.
En España lo anterior es casi imposible, nuestros osos saben muy bien que lo mejor que pueden hacer si se encuentran con una persona es huir, son animales apacibles y nada agresivos.
En mayo y junio los osos pardos entran en celo, los machos recorren el territorio buscando hembras. Cuando encuentran a una, la pareja permanece unida varios días, después cada cual sigue su camino. Los osos pardos son promíscuos, quiere esto decir que un oso puede aparearse con varias hembras y éstas con varios machos, durante el mismo año.
Los oseznos nacen en enero, cuando la osa se encuentra refugiada en el interior de la osera. Resulta, por tanto, que la gestación de las osas dura cerca de nueve meses, lo cual parece demasiado tiempo para un animal que, al nacer, pesará solamente 400 gramos.
Los científicos informan que el desarrollo del feto se interrumpe durante el verano, continuando de nuevo al final del otoño.
La camada suele ser de dos o tres oseznos muy pequeños y casi sin pelo. Sin embargo, estos oseznos crecerán muy deprisa y, cuando llegue la primavera, ya estarán en condiciones de salir con su madre de la osera, permaneciendo con ella hasta el año y medio de edad. Esto hace que las osas se reproduzcan, como máximo, cada dos años. Los osos empiezan a reproducirse entre los tres y cinco años de edad. Los peligros a los que se enfrentan hacen que dos de cada tres nacidos no logren sobrevivir hasta llegar a la madurez sexual.Esbardo (osezno)

El Oso pardo cantábrico, al igual que los de otras poblaciones, es un animal omnívoro con una marcada tendencia vegetariana.
El aporte vegetal a su dieta supera el 85% del total en todas las estaciones; sólo los frutos de árboles y arbustos ya suponen, a lo largo del año más del 50% de su alimentación.
Aunque la dieta del oso es muy variada, entrando a formar parte de su composición elementos muy diferentes, desde un punto de vista estacional esta diversidad disminuye considerablemente, dominando en cada período considerado uno o dos tipos de alimentos. Lo que se produce es un uso secuencial de diferentes recursos que se van reemplazando a lo largo del año. Los alimentos básicos son, fundamentalmente, las herbáceas en primavera, los frutos carnosos en verano, y los frutos secos, de cupulíferas en otoño e invierno.
La dentadura del oso presenta diferencias con respecto a la de otros carnívoros, al haberse adaptado a un régimen de alimentación omnívoro y predominantemente vegetariano. También el sistema digestivo, aun conservando las características básicas de un carnívoro, está mejor adaptado al consumo de vegetales. Así, el intestino, principal porción de digestión y absorción del tubo digestivo, es de mayores dimensiones respecto al tamaño del cuerpo, con lo que, al aumentar el tiempo de tránsito de los alimentos por el tubo digestivo, puede absorberlos y digerirlos mejor. En los rumiantes, el tubo digestivo adquiere máxima complicación y mayores longitudes; por ejemplo, la longitud del intestino en relación a la del cuerpo es cuatro veces mayor en el caso de la marta, ocho en el caso del oso pardo y once en el del corzo. Esta comparación con otros dos animales cantábricos ilustra la situación intermedia de un oso pardo entre un carnívoro, consumidor más frecuente de presas animales, y un herbívoro.
Por otra parte, la baja tasa metabólica del oso pardo, en relación al gran tamaño de su cuerpo, contribuye también al bajo consumo energético. Puede resultar paradójico que sus requerimientos energéticos se cubran principalmente mediante el consumo de alimentos que se distribuyen en pequeñas unidades (herbáceas, pequeños frutos, insectos) y que en gran parte están sometidos a fluctuaciones de abundancia estacionales, interanuales y locales. Las famosas "vecerías", o "entradas" de frutos son hoy todavía motivo de estudio, pero aún se sabe poco sobre su periodicidad. Aparte de las adaptaciones fisiológicas a las que hemos hecho referencia existen otros factores que ayudan a la especie a mejorar la rentabilidad energética. Un factor que puede jugar un papel importante en la optimización de la dieta de los longevos osos es la memoria individual, que les permite identificar y recordar distintas fuentes de alimentos.
Panales de miel Por otra parte, el consumo de herbáceas o frutos se produce en los lugares donde abundan las plantas productoras, siendo ingeridos de forma masiva y prolongada en un comportamiento casi de "forrajero". Se ha constatado el consumo de hasta 200.000 frutos de algunas especies por un oso en un solo día. La búsqueda e ingestión de alimento ocupa la mayor parte del tiempo activo de un oso pardo, y es un factor que, en buena medida, determina sus movimientos y uso del espacio. La alimentación puede ser además un factor limitativo para la demografía de las poblaciones. Efectivamente, el número de crías y su posibilidad de supervivencia tienen mucho que ver con el grado de engorde de las osas gestantes. Es durante las estaciones en que el oso consume frutos, última mitad del verano y otoño, cuando consigue las mayores ganancias de peso, a base de acumular grasas que serán posteriormente utilizadas durante la hibernación e incluso en fases de actividad posteriores a ésta.
Estas ganancias pueden llegar a suponer aumentos de hasta el 40% en relación a pesos primaverales. Salsero, por ejemplo, pesaba 180 Kg cuando fue capturado en el otoño de 1985. Un año después se le efectuó otro control en la misma época estacional, pesando entonces sólo 132 Kg; la causa está en que en dicho otoño hubo una baja producción de bellota y hayuco.

La caza del oso ha sido siempre parte de la vida tradicional en las montañas. Esta caza no se practicaba como deporte, ni de forma individual, aunque hubiera individuos especializados en ella.
Por contra, se realizaban "batidas" contra el oso, en las que los habitantes de estos valles buscaban venganza por las pérdidas que les había producido en sus rebaños.
Según parece, poco importaba que en muchos casos no se hubieran producido grandes daños. Sin embargo, en estas ocasiones la ira parecía apoderarse de la población, la cual, para calmarla, recurría a la caza de este animal, terminando todo el asunto en una gran fiesta alrededor del trofeo conseguido, en la que el que había logrado matar al oso era considerado casi como un héroe.
Esta caza, que estaba protegida e incluso impulsada por la ley que llegaba a obligar a los habitantes a participar en las batidas, no contaba evidentemente con los instrumentos de matar que la actual, era mas bien artesana y los cazadores arriesgaban su vida en el empeño. Hoy en día, la caza del oso está prohibida, pero el oso sigue cazándose de forma furtiva, además de que los osos se enfrentan a otros peligros derivados de los nuevos usos del territorio.
SANDRA CANÓS PUENTE 4ºE

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